martes, 30 de marzo de 2010

Primavera

Todo va mucho mejor. La distancia pone las cosas en perspectiva. Se respira diferente, la energía es diferente y todo se ve mejor. Ya todo marcha de otro modo. Llegó la primavera y con ella la novación de espíritu y ganas. Aquí las cosas tampoco están muy buenas, claro que son problemas diferentes. Allá la violencia, la delincuencia, la paralización, el odio y la impunidad nos están destruyendo como sociedad. Es decir, nosotros mismos empeñados en acabar con lo que fuimos y algunos queremos seguir siendo. Aquí, una crisis feroz, más de cuatro millones de parados. Gente muriéndose de hambre. Una recesión económica muy fuerte. Factores externos. No unos contra otros.

Yo, de nuevo convencida de que las cosas van para mejor. Tocamos fondo y algo tiene que cambiar. Algo en nosotros tiene que cambiar.

La clave es el mar. Siempre me queda el mar y por eso siempre vuelvo a él.

jueves, 18 de marzo de 2010

Todos perdimos

Me siento fatal. Tengo un tristeza tan honda que me siento mal físicamente. He estado pensando mucho en el país, y es que ya no lo reconozco. No es el mismo de cuando era chiquita. No es el país que recuerdo. No huele igual. No sabe igual. No tiene los mismos colores. Me niego a aceptar que el odio y la violencia nos definan como sociedad hoy. Nunca he sido una persona violenta, jamás he entendido la violencia, no la justifico en ningún caso, siempre me ha descolocado. No puede ser que éste sea el mismo país en el que nací. Hasta dónde soportaremos la vida en estos términos. Cada vez estamos peor, cada vez perdemos más cosas. Hemos permitido que nos quiten hasta lo que nos definía como venezolanos. Nuestra idiosincrasia, esa que tanto nos llenaba de orgullo, y por las que nos reconocían en el mundo entero, todo parece indicar que fue expropiada. Desapareció el respeto, la tolerancia. Alguien se llevó todo lo bueno y nos dejó lo que no servía. Ahora por pura maldad queman a la gente viva, estrangulan a ancianos, roban, secuestran y pare usted de contar. Matar se ha convertido en el deporte favorito de algunos y ya nos acostumbramos. No hay libertad ni igualdad ni justicia y a nadie le importa. Quieren destruir, quemar, acabar con la UCV y no pasa nada. Ahí estudié, ahí trabajo. Ahí he tenido grandes alegrías y tristezas gigantescas. Esa ilustre Universidad ha sido depositaria del más profundo y genuino amor de gran parte de mi familia. Por ella, varios de mis afectos más grandes han echado el resto y darían su vida, estoy segura. La UCV ha sido el gran tema en las reuniones familiares desde que tengo memoria. Ha estado presente en mi vida desde antes de mí. Aprendí a amarla a través de los míos, parece que no había otra salida. Y hoy me toca ver como la atacan, la violentan, la patean y tengo el corazón arrugado. Y es que mientras más lo pienso, menos lo entiendo. No me cabe en la cabeza, y mucho menos en el corazón. Estoy de capa caída. Tengo en el alma y en el cuerpo un sabor tan amargo que todo me sabe mal. La cosa no está buena, pero vamos a salir de ésta. La violencia ganó esta vez, pero todos perdimos algo con esta victoria suya.

miércoles, 10 de marzo de 2010

"An Education": porque siempre tendremos una segunda oportunidad

Ayer vi "An Education" y la verdad salí contenta del cine. Tal vez porque de algún modo me sentí identificada con la protagonista, con lo que le tocó vivir. Y no porque haya abandonado nunca mi educación ni me haya enamorado a los 16 años de un señor de la edad de mi papá, sino porque sí he tomado malas decisiones y también creí en algún momento (bastante más joven que ahora aunque no tanto como la protagonista de la película) que me las sabía todas. Me he equivocado torpe y gravemente varias veces y he concedido importancia suprema a cosas y a personas que realmente no valían la pena y salí con el corazón roto y las ilusiones, la tranquilidad y la sonrisa bastante comprometidas. Y peor aún, he lastimado a otras personas en el camino. Pero cómo he aprendido con cada tropiezo, con cada error. He crecido y me he convertido en la persona que soy hoy, que cada vez se parece más a esa mujer que quiero ser. Porque yo no creo que el arrepentimiento sirva para nada, es decir, no se puede cambiar el pasado y lo hecho hecho está, pero siempre que nos pasa algo es porque algo tenemos que aprender. Claro que podemos desear que las cosas no se hubieran dado de un modo tal o cual, y pensar que si volviéramos a estar en la situación actuaríamos de un modo diferente, y lamentarlo y llorar y patalear, pero como siempre he dicho “hubiera” no existe. Ese es justamente el punto, aprender. Prestar atención a las señales, a las consecuencias, a las cosas que no queremos que se repitan. Lo bueno es que siempre tenemos otra oportunidad. No importa qué tan duro haya sido ni cuanto haya dolido, siempre podemos volver a empezar. Acordarme de eso fue lo que tanto me gustó de esa película.

jueves, 4 de marzo de 2010

Resultados

Desde que tomé la decisión de ponerle más atención a las cosas que me gustan, que me interesan, que más disfruto, todo parece ir mejor. El taller de novela corta ha sido una nota, estoy escribiendo muchísimo y, sobre todo, disciplinadamente. Me he metido de lleno en un mundo fascinante que antes contemplaba desde afuera. Le he metido teoría y orden a la cosa. He descubierto autores espléndidos. He conocido gente interesante y, además, siento que algo cambió en mí, como que se despertó algo, se abrieron nuevas inquietudes, tengo muchísimas ideas, y se siente de lo más bien. No sé, estoy más tranquila, me siento mejor. Estoy disfrutando mucho más todo lo que hago. Sobre el taller de fotografía digital también diría que fue positivo. Yo ya había hecho algún otro y también pasé por ahí en la universidad, pero esto fue diferente, la gente era estupenda y la pasamos increíble. De verdad que tomarme en serio las cosas que me apasionan me ha llevado a otro nivel. Estoy leyendo mucho más. Estoy haciendo muchas cosas nuevas y las estoy disfrutando todas. He vuelto al teatro. He vuelto a conectarme con una parte muy feliz de mi pasado. Con cosas que siempre valoré y que había abandonado. Creo que tiene que ver con tomarse la vida en serio y disfrutarla. El trabajo es parte de la vida, pero no puede ser LA vida. Estoy gozando este momento. Estoy motivada y no pienso desperdiciar el impulso. He tomado decisiones que había postergado, me he animado a hacer cosas que tenía pendientes. Diría que estoy en un buen momento, pero no porque el cosmos conspiró ni porque la suerte haya influido, es el resultado de acciones y decisiones. Estoy bien, y todo a mi alrededor marcha igual.

miércoles, 3 de marzo de 2010

...

Mientras más quiero escribir más cuenta me doy de lo mucho que me falta por leer.

Ahora es que me falta

En este momento de mi vida siento un afán desmedido por leer. Quiero leer todo lo que me pasa por delante. He empezado a recolectar varios libros que tengo por ahí pendientes. Me la paso pensando en las cosas que quiero leer y no he leído. Acabo de descubrir a dos autores que me parecen muy interesantes. Tampoco es que sea una cosa nueva para mí. Ni "oh, he descubierto una nueva pasión". Siempre he encontrado refugio en la lectura, desde que era pequeña y esperaba con ansias los días de "biblioteca" para tomar otro libro de "El club de los siete secretos" (creo que me los leí todos).O cuando llegaba de vuelta al colegio después de las vacaciones contando cuantos libros me había leído. Y después, un poco mayor, pedía a mis tíos libros como regalo de Navidad y mis primos no entendían cómo me podía gustar un regalo tan "aburrido". Y compraba y compraba y compraba libros. Tenía un poco abandonado ese hábito y me he reencontrado con el de forma maravillosa. Pero la cola es larguísima, me falta leer tanto. Me provoca leerme el mundo. Falta mucho por andar, pero ahí voy.