domingo, 24 de junio de 2012

María querida mía


Hoy es justo el día del calendario que siempre, desde hace cuatro años, me quiero saltar. El día más triste,  el recuerdo más doloroso, el fin. Te fuiste. Nos abandonaste sin que tuviéramos tiempo de sospecharlo. Nos quedó un almuerzo pendiente. El de aquel nublado martes. Nos quedo tanto amor derramado, tantas cosas por decir. Un último abrazo, una última mirada cómplice. Se ahogó aquella risa, se detuvo el tiempo. Y un pedazo a mi corazón le faltará para siempre. Un vacío y un espacio que ninguna otra presencia podrá llenar . Me faltas. Te extraño. Te quiero. Y por siempre jamás te querré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario