miércoles, 19 de mayo de 2010

Casi un cumpleaños

Hoy, hace un año, resolví darle un giro completo a mi vida. Después de mil intentos, de pensar que era una persona sin fuerza de voluntad, a punto de tirar la toalla, tomé una decisión que ha impactado positivamente todos los aspectos de mi vida. Decidí pelearme a muerte con el sobrepeso y ganarle la guerra que hace tantos años me declaró. Así que arranqué a correr una carrera, en la que ya llevo doce meses, y que me ha dado unos resultados extraordinarios. Comencé un estilo de vida nueva. O mejor dicho, una nueva vida.

En 365 días he perdido 30 kilos y en el camino he descubierto a una persona decidida, fuerte, tenaz, y con una fuerza de voluntad que me ha impresionado gratamente. Lo mejor de este proceso ha sido la seguridad que me ha brindado. Ahora sé que soy capaz de lograr todo lo que me proponga. Que no hay imposibles. Y que para alcanzar una meta, lo más importante es tenerla clara y ser constante.

Creo que este es uno de los logros más importantes de mi vida. Y no tiene que ver con nadie más que conmigo. La satisfacción personal es inmensa. Me siento orgullosa de los resultados. De no haber desmayado. De todo lo que he aprendido.

Como la voluntad, la paciencia es otra virtud que nunca fue mía hasta ahora. Y es otra de las grandes lecciones del último año (que por cierto no ha sido nada fácil, aunque quién dijo que la vida lo era?).

Así que ya saben cual es el secreto del éxito: determinación, voluntad y paciencia.

P.D.: Gracias infinitas al Dr. José Rafael Martins por enseñarme el camino, por demostrarme que la cosa no es dejar de comer sino hacerlo correctamente. Por cierto doc, ya le metí un pelo de ejercicios a la cosa. Voy camino a los 40.

martes, 18 de mayo de 2010

Días...y días

Hay días en lo que provoca mandarlo todo a la mierda. Días en los que sentimos que todo va mal. Días en los que no nos encontramos. En los que sentimos que perdimos el rumbo. Que no nos gusta nuestro trabajo. Días en los que nos parece que estamos viviendo una vida que no es la nuestra. Que hemos tomado las decisiones equivocadas. Es normal. No todo puede ser siempre un sol radiante. Lo importante es no quedarse pegado y regresar al camino. A los proyectos. A los afectos. Recuperar las ganas. En normal tener un mal día, pero no una mala vida.

Creo que entregarnos a las cosas que nos gustan es una de las claves. Bloquear las malas vibras. Hacer oídos sordos a la gente ponzoñosa que no hace nada con su vida, pero critica todo lo que hacen los demás. Y no perder la brújula. Aunque a veces nos salgamos un poco de la vía, si no perdemos de vista nuestros objetivo, nuestras metas, ese lugar claramente identificado al que queremos llegar, entonces siempre tendremos oxígeno y fuerzas para resistir los tropiezos. Para levantarnos, sacudirnos, y echarnos a andar de nuevo.